miércoles, 15 de abril de 2009


Me gusta esta foto. Tiene perspectiva, hace un juego interesante con las luces y las sombras y temáticamente tiene ese "qué sé yo" que no deja indiferente. Sin embargo, para poder apreciar la belleza estética de esta imagen se me hace necesario escindirme y dejar de lado mis sentimientos personales.

Mi casa se incendió el pasado viernes santo. He repetido en tantas ocasiones las circunstancias del siniestro que no pienso escribirlos aquí...simplemente porque no me da la gana. Prefiero hablar (lo necesito) de la vorágine de sentimientos, emociones y sensaciones que he vivido todos estos días. Debo haber activado algún mecanismo de defensa producto del shock de la primera impresión para poder mantenerme fuerte y equilibredo frente la emergencia. Sólo por estos días he logrado tomar real conciencia de todo o que ha pasado: de un plumazo una parte importante de mi vida se redujo a cenizas e incluso estuve cerca de la muerte, sin embargo aún con todo eso me siento tan liviano como una semilla de cardo. "El fuego purifica" me han dicho algunas personas, y yo creo que es verdad.
¿Qué te querrá decir la vida con todo esto?. me lo preguntan y me lo pregunto yo a cada rato desde el viernes en la mañana...no lo sé, pero sé que la respuesta a esa pregunta será revelada en algún momento. Lo que siento en este momento es que a través de el fuego que consumió mi casa con todas mis cosas dentro, he sido sometido a una purificación necesaria y urgente, tal como lo expresa la temática de este Blog que tiene que habla de renacimientos, de caer y levantarse, del deber de amor que atodos nos asiste como misión de vida. ¡¡¡Vaya forma de renacer!!!, ¡¡vaya forma de comenzar de cero!!
¿Qué me querrá decir la vida?