Mi viejo no está, se fué hará ya una cantida indeterminada de días. No avisó (en realida sí dijo que se iba pero no cuándo) sólo me di cuenta cuando pasaron dos o tres noches que no llegó a dormir y en la puerta desu pieza colgaba impetérrito un candado cerrado.
Me ganó el "quién vive" como decimos por este lado del mundo, porque yo ya me estaba mentalizando para salir de aquí y dejar atrás de una vez una vida que no era vida.
Pero esta vez me tocó quedarme y para mí -que mi vida ha sido un constante irse de todos lados- no me ha resultado fácil, pero yo lo decidí así.
Ahora habito solo en esta casa-mausoleo detenida en el tiempo, con telarañas de 10 o 15 años, con la grasa de toda la historia familiar acumulándose sobre algunas ollas, con esa reja desvencijada quese cae a pedazos.
La miro desde afuera y parece abandonada...en lo fondo lo ha estado a fuerza de vivir sin vivir. Incluso se ve mas abandonada que la casa de al lado, cuya dueña murió hace un par de años y despues de eso ya nadie la ha vuelto a habitar.
Si embargo esta casa, así como está es ahora mi espacio vital y como todas las cosas son metáfora de alguna otra, si alguna vez me plantee la necesidad de renacer desde los cimientos esta es la expresión mas gráfica del concepto.
Me he propuiesto la tarea de hacer que esta casa sonría y se llene de colores en conmemoración del renacimiento número nosecuanto. El prólogo de este nuevo capítulo consistió en cuatro sacos con basura y un mueble que le pasé a mi hermana...hay que sacarlo todo, hay que vomitar esta cosa toxica de los enseres teñidos de evocaciones que finalmente terminan dejando ese sabor amargo en la boca del estómago.
Ha comenzado, algo ya se ve distinto, ya se respira otro aire, ya comenzamos a construir la H de la palabra HOGAR.
1 comentario:
me parece increíble que se pueda vivir en una casa así, donde las cosas se caen a pedazos. Finalmente tambièn las propiedades suelñen ser el reflejos de sus moradores.
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