Ni siquiera podria decir que se trata de una sana costumbre para no aburguesarme ni olvidarme de donde vengo. Sería demasiado pretencioso.
Simplemente me gustan los sucuchos, siento cierta seducción por los antros de mala muerte donde sirven completos al ritmo del sound, donde a las meseras las tratan de m'hijita y reverbera en el aire cierto perfume a cerveza y tabaco (el unico aspecto que no me gusta). Es el lugar donde hacen un alto los trabajadores despues de una dura jornada, rostros morenos y cansados como llegando a casa comentando quizás qué.
Yo suelo observar desde un punto estratégico, observo y me siento casi invisible, observo los rostros, los gestos, las vestiduras, las murallas, un gato en la cocina, una mosca volando, las botellas vacías, un sombrero mexicano, un wurlitzer encendido, las micros, los autos, la gente que pasa por la calle, la gente que me mira mí...a veces también escribo.
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